Este vivir que nos alegra y que nos hace mirarnos como
somos.
Este crepúsculo que baña praderas y rincones, que emana con
alas de colores en el aire y llega hasta tus ojos mirando hacia los míos, ese
amada mía, es como un canto: un canto que siempre nos alegra.
Alas de brisa y de colores que unen el sentir con sus latidos
de todo cuanto vemos y vivimos...Identificación de cuerpo y alma.
Del disfrute mirar; a los pájaros en árboles o a las olas
bañando con espumas la arena tibia donde tus pies jugaban.
Del sentirnos conjugados con el paso de nubes dando sombra a
tanto follaje azul de versos/agua.
Siempre nuestro mundo ha sido único; un sentimiento de
placer o admiración contemplativa donde nubes y gaviotas junto al sol radiante
nos elevan en ascensión divina.
Este vivir que nos alegra y que nos hace mirarnos como
somos.
Junto a ti divago en lejanías, y estamos flotando en los
azules la esencia misma que une nuestras vidas.
Este vivir que nos alegra y que nos hace mirarnos como
somos.
Nos hace volar entre la brisa delgada que nos posa sobre la
hierba y los blancos árboles de la existencia donde nuestro amor se funde a
sangre y fuego.
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