LÁGRIMA



Como un dormido colibrí en la brisa aquietada te dejo mis palabras menguadas.

Ya mueren por doquier los estrecimientos y agoniza el canto con el estruendo de maquinas que aplastan los vidrios rotos de la ventana herida.

Ya el final de un destino se fugó con el viento y equivocó el abrazo en otro cuerpo.

Ya mis ojos contemplan luces y signos que estremecen tras el cristal de una lágrima, que corre en vano por el rostro envejecido...Ya no habrá un jardín con flores perfumando.

UN SUPLICIO EN LA GUERRA




Todos llegan.

Todos dejan su voz de aullidos largos,

como pancartas deletreando heridas y apretando para acallar el aliento.

Todo se enmudece y el silencio traspasa la ventana tras las huellas de un viento enmohecido que pretendió romper la calma.

Afuera todo es muerte y siguen palpitando masacrados los restos humanos

Ya todo se esfuma, se ahoga hasta el silencio del agua con la angustia de remolinos en el pecho mientras los ojos se agrandan en este suplicio donde muere la voz y muere el llanto.

 

DOLOR






Este antiguo dolor que transita mis venas, que me afixia y se arremolina en un crujir de sangre que palpita, que me hace clamar con voz abierta el miedo que conmigo deambula en las calles de mi soledad.

Este antiguo dolor que en agua mansa se estanca, que me deprime, me envuelve y me convierte en migajas; es el dolor de un amor moribundo que apaga su furia.

Que bebió del llanto de perderte y de pensarte en esas madrugadas de insomnio donde mi cuerpo flotó entre mares de reptiles, muriendo y muriendo como en fractales bañados de sangre.

YA ES HORA




Ya es hora de pensar lo que nos brinda el tiempo.
De como se destruyen las luciernagas en noches inservibles.

... ya es hora de escrudiñar agujeros que guardan en lo profundo dolores, pasiones y lujurias, muertas en los arreboles de un crepúsculo.

Es hora de repintar los cuadros, con sus ocres viejos, guardados en los cofres negros, protejiendo paisajes de un pasado que ahora se vislumbran con ansias de cólera.

Ya es hora de aborrecer los cantos de sirenas. las dulcificantes promesas perdidas en el tiempo de las esperanzas.

Es hora de adivinar como se mueven las manos mentirosas y acallar los labios para que no pronuncien lisonjas que mueren con el eco.

CON LA NOCHE


Ya la noche se sumerge para buscar el día y hay un tiempo en que se encuentran entre la aurora temprana y el amanecer borroso.
Es un transcurrir que fluye.
Instantes en que mis letras trasmiten pensamientos de luz y sombra, de alegría, de miedo.
Porque el día se hizo tarde, se hizo crepúsculo de calor agonizante en su vuelo rotativo, se quitó su ropaje de oro y brillo para entregarse al orto con su manto obscuro por todos los confines.
Y se borran las huellas, las siluetas se duermen confundidas de sombras arrastrando silencios.
Mi susurro acompaña la voz que me habla, la que escribe para que me sigas, la que sigo para que me hables.
Para que acompañes este canto sonoro del silencio nocturno, de estrellitas lejanas alumbrando mi mundo.
Para que contemples, borrosos sus bordes, al riachuelo inquieto que fluye sonoro por entre las piedras.
al paraje oscuro con bardas de alambre donde braman vacas rumiando pesebres.
Para que adivines junto a mis palabras, la noche callada, sonora y viviente con chispas y luces que se nos encienden.
Para que vivamos la paz que adormece mientras llega el día que nos estremece.