MARCADOS

Allí estan las cicatrices,
esas que quedaron a pesar del sueño que sin ser vivido nos dejó el recuerdo.
Esas que marcaron bellas ilusiones cuando en aquel tiempo
sin tener raones cruzabamos miradas.

Allí estan y se conjugan con estancias bellas bajo el hechizo de un crepúsculo, 
o en la tarde casi oscura para esperar la luna junto al rumor del río.

Y siguen en tu mente y  en la mía.
Como un santuario idealizado formando sensaciones de estar los dos juntando el sueño
 y a escondidas como deseando el fruto prohibido.
Y es que desde el mirar de tus pupilas se
 destila la luz hacia las sombras y se espande la aurora entre mis manos
con el verso trinando entre las aves.
Fuiste arribando en la hondonada de mi alma
sembrando la luz de una esperaza  y te clavaste allí,
en ese  recodo donde se ama.

Hoy mi espíritu te guarda como un centinela,
como guardan los ángeles santuarios
y la noche mirando las estrellas.
Hoy lejos de ti te siento mía, como algo inalcansable que se
anhela, como ese amor
que transita, que fluye y envenena.

1 comentario:

  1. Hola Gerardo.
    Precioso es leerte, y entrar en tu espacio tranquilo.
    No paso muy seguido, pero cuando lo hago, me gusta disfrutar de todos tus versos, gracias.
    Un abrazo
    Ambar.

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