DE LO QUE QUEDA



Estan cayendo las hojas secas, esas
que hablarán de nosotros cuando el
otoño se llene de frio.
Hojas sin luz, tiritando en el
recuerdo de aquellas fogatas
encendidas, crepitando en nuestro
invierno, para dar calor a dos almas
que se amaron.
Ya no quisiera estar cuando la luz
razgue los árboles en una nueva
primavera.
Ya no quisiera tener ni el
pensamiento. Solo caminar mis calles
solitarias de mis solitarios días.Solo
acudir a contemplar la hierba amarillenta de todo lo que fue y ahora ha quedado.
Solo palabras que se envejecieron, que se fueron perdiendo ente la bruma y flotando en un mar con sus espumas.

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