LO QUE CALLO


Ahí estás lanzando piedras a todo esto que aún pudiera ser a un oasis que marcó los sueños Donde felices viviéramos los tres.

No quiero ni mirar como se achica este paisaje inhóspito, este lodo acumulado de heridas, de deshechos sin luz y tan lleno de tristezas.

No quiero más caminar sobre esas ruinas donde tus pies aplastaron la esperanza y tus manos borraron lo bello del recuerdo.

A hurtadillas saldré tras esa puerta, dejando atrás todo el manojo de sonrisas que un día compartimos, a hurtadillas para que no me alcance el olor putrefacto de tus ruinas.

No miraré hacia atrás, no quiero sentir el miedo se saber que todo fue mentira, que tu incredulidad provocó el silencio irremediable y tus labios cobardes no pronunciaron nunca el candor de mi inocencia.

1 comentario:

  1. Hola Gerardo.
    No paso muy seguido, el tiempo no da para más, hoy paso a verte y me encuentro esta triste huída, espero sea solo un poema y tu situación sea diferente.
    Un abrazo.
    Ambar.

    ResponderEliminar