DE TU AUSENCIA




 Yo nunca supe de aquellas caracolas que imitaban al mar lejano y triste,
ni supe de silencios durmiéndote en suspiros porque lejana estabas como si hubieses muerto.
No conocí tu piel ni la tristeza de tus ojos sobre los lino...s blancos de una almohada,
ni el llanto contenido sobre el recuerdo del hombre que hirió tus sentimientos.
Yo que te amé no supe como, como el otoño cegó tus ojos con nieve de las madrugadas,
ni como la niebla borró tu cuerpo de mis ojos.
Porque te fuiste para siempre dejando en mi recuerdo lugares de hojarasca con tus pies desnudos, donde airosa caminabas, dejando tu perfume como un lenguaje mudo.
Como un eco del silencio tuyo, donde llegas dolida, sumida entre murmullos, como una mariposa posando en mí soñar.