EN NUESTRAS LAS PUPILAS


Es allí en tus pupilas y las mías donde se asoman nuestras almas, donde como un eter salen a la luz para encontrarse en un instante.
Para girar inadvertidas buscando la presencia y un roce de las manos que mitigue el dolor de tanta ausencia.
Es allí en su dormir nocturno donde vuelan las formas,
donde se cruzan las imágenes del sueño y donde el recuerdo teje el deseo de nuestros días.
Donde se hace carne el antojo y el capricho que en un rastro ingrávido se desvanece con la luz de las mañanas.