AHÍ ESTÁS Y ABANDONADA

Ahí estás arrancando los pétalos y olvidando que la flor siempre estará.
  Deberías cerrar los ojos y mirar las riveras que el río va dejando en su camino.
Observar el disfraz conque se viste el hombre para poder ver la esencia en su interior.
Corres en el mismo laberinto y te confundes con lo oscuro de la noche y tu propia oscuridad. Soportas lo que tu propia naturaleza te ayuda a soportar persiguiendo un azar vacío en tu peregrinar.

Ahí estás viendo saltar el amor por la ventana sin haber llegado hasta el umbral El llanto no te limpia y tu cuerpo entre las aguas te nubla la conciencia.
Tu corazón arde en llamas creyendo en las palabras de esperanza e imaginando un reinado junto a otro corazón. Ahí estás en la ceguera sembrando en huerto ajeno, chocando contra el muro que no te deja ver el puente mientras añoras pasados corriendo tras el viento.
Creyéndote feliz por un instante mientras los días pasan sin estar con él,
persuadiéndote con tus propias lágrimas que te hacen creer que lo amas más.

MI ALMA MUERE

Una vez más las palabras vuelan como aves, como briznas de algodón con ilusiones, buscando percibir veranos nuevos. Una vez más la soledad me obliga a contemplar la luz de luna y en pose de oración contarle penas. Mostrar el hambre de palabras dulces para aquietar en mis oídos este temblor de amor y miedo, este extrañar la mirada acariciante y el beso tibio que me llevó a un destino. Y vuelan mis palabras para llenar vacíos, para espantar la sombra más allá del horizonte donde el tiempo muere; Donde cesa la luz y gotean como un rosario los hilos de mi llanto, donde huye la esperanza a través de los espejos tropezando cruces en lápidas que esperan. Donde la lluvia de mis lágrimas hizo borrar las ilusiones y un camino en crepúsculos me lleva a la noche final que en un abismo... mi alma muere.