SABIENDO QUE TE PIERDO


Como un perro descolorido que huye,
el viento tempestuoso ruge en mis adentros.
La lluvia anega con terrible acento derramando su sus locos vientos repentinos.
Mi alma aún presiente el sentimiento ido... el lado opaco de tu partida.
Cuantas veces hicimos caricia nuestro encuentro,
cuantas veces los dos en nuestros labios.

Dentro de mi se avistan los recuerdos, tus ansias y mis ansias movidas como trenzas igual que una oración.
Significada significación de tu sorisa que el amor me regaló:
Porque más que tus besos, un extasis de grito, la explosón de volcanes, y tus brazos con mis brazos, tus manos con mis manos cruzando los caminos.

Como un perro descolorido que huye mi corazón te mira.
Aún sigues siendo alegría que conmueve mis adentros. porque el amor te trajo y te llevó por las sombras de una fuga.
Te amé, no estás,  y sin embargo quizás te ame todavía,
en esta soledad de tu abandono mi cuerpo clama una esperanza buscando en el fondo interminable lo que fuiste.

Tu alejamiento que me hace tanto daño
se lleva entre la lluvia mi más caro deseo,
se lleva mi alegría, se lleva tu palabra, dejándome invisible tu nube derramada.
Me quedo como el ave,  herida entre sus alas,
buscando tu aleteo perdido entre la niebla,
mirando tu distancia, sabiendo que te pierdo.

Safe Creative #1208312202351

Nostalgia.


Las montañas de mi alma se cubrieron de neblina,  un suspiro entrecortado rondó mis amaneceres.
Una brisa serena merodeaba tiernamente,
y adormeció  en un instante el sentimiento en los recodos profundos de mi alma. Justo allí,  donde nace  y muere el eco de un amor estraviado y  perdido en la penumbra.
Por  eso la soledad baña mi alma con un silencio triste que desgarra, que congela y convierte en desamor toda mi historia.
Ahora solo  llega el aroma del cuerpo idealizado con sus perfumes de plantas y de  flores, con sus verdes y azules bermellones impregnado el recuerdo sin amores, buscando una esperanza.
!oh! suave neblina que deslizas en las faldas sedosas de mi  alma, que emerges como un frío de luna recorriendo los vértices de mi nostalgia, de mi frágil momento que sin asidero,  no encuentra mitigar tu ausencia.
Safe Creative #1208312202351

A Gerardo Omaña


Aquí estoy como una gota de agua queriendo tener la
 fuerza de una tempestad, para poder apagar
el resplandor de ese incendio que prendió el preámbulo de
tu adiós. Y busco desesperadamente que este
emprendido vuelo no sea el punto de fatalidad donde se
agoten las palabras porque ellas, las tuyas poeta…
 son una de las pocas manera que tengo de atrapar
en mis labios el danzar de los ángeles.
Y si tú estas inmerso en la tristeza de rechazar el
 horror al saber que en la medida que vives también
 mueres, déjame compartir contigo ese escarpado
sueño en un viaje que materialmente no conduce a
ningún lado, salvo al beso que sella la voz con el
 silencio.
Pero en ese lapso de andarle por los bordes a la
realidad de una no presencia inevitable, toma mi
mano, sintámonos farol y espejo sentados uno frente al otro, para mirar al que también mira por el ángulo más estrecho del ojo, aunque sepamos cuan quebradizo es el destino.
Y si las horas lloran las deshoras sobre cada árbol que nuestras manos sembraron por distintos caminos, en un desprendimiento de razón, vivamos una vez más el dulce sabor de la locura haciendo un enigma del lenguaje, donde podamos encontrarnos a través de la sencillez divina de la palabra y vivamos como poesía la vana ilusión de la inmortalidad.
Así no necesitaremos ese aprender a decir adiós, solo seremos eterno encuentro y multiplicidad de sentimientos compartidos, en ese mundo donde siempre estarán las puertas abiertas que nos conducirán al nacimiento de otra aurora…Antes y más allá del vientre, en cada instante que el viento arrastre todos los sonidos para que las voces sin saberlo nos renombren, como hojas siempre verdes en lo más alto de las ramas de algún bosque silencioso que alguna vez tú o yo en esta vida edificamos.

©María Elena Ponce®